Todo es energía, nosotras mismas somos energía. La energía se mueve mediante ondas, y esas ondas son vibraciones.
De este modo quiero explicarte, de la manera más sencilla que se me ocurre, que todas las personas vibramos y cada una de nosotras lo hace a una determinada frecuencia.
Cuando tu vibración es baja tienes esa sensación de bajón, estás apagada, no tienes ganas de nada, estás cansada, te sientes “sin energía”. Pero eso lo puedes cambiar.
Está en tu mano elevar esa vibración para sentirte mejor y que todo fluya de una manera más acorde a ti. Para saber más, sigue leyendo.
Por qué deberías elevar tu vibración
Vibrar a una frecuencia alta:
Se dice que cuando la frecuencia de vibración es alta se tiene más vitalidad, más entusiasmo, más claridad y se es más feliz.
Las frecuencias vibratorias altas se relacionan con sentimientos, emociones y pensamientos positivos.
Al elevar tu frecuencia eres capaz de sintonizar con la alegría, la paz y la libertad. En un estado en el que sientes:
- Aumento de la creatividad
- Más fuerza y agilidad
- Motivación
- Mayor intuición
- Aumento de la energía
Vibrar a una frecuencia baja:
Por otro lado, cuando la frecuencia de vibración es baja, se tiende a tener esa sensación de bajón y tener poca energía y creatividad.
Las frecuencias vibratorias bajas se relacionan con sentimientos “negativos” como tristeza, envidia, miedo o enfado.
Al vibrar a una frecuencia baja, te encuentras en un estado en el que:
- Estás más cansada, sin motivo aparente
- Lo ves todo negativo y sientes que todo va mal
- Te cuesta más dormir
- Estás triste todo el tiempo
- Te comparas mucho con las demás
Qué afecta a nuestra energía
Todo a nuestro alrededor tiene su propia energía y afecta a la nuestra en mayor o menor medida. Algunas de las cosas que afectan a nuestra energía y, por tanto, a nuestras vibraciones, son:
- Situaciones: cada día vives situaciones con diferentes frecuencias energéticas que pueden influirte.
- Otras personas: cómo hemos comentado antes, las personas son energía y tienen sus propias frecuencias. Éstas pueden afectarte directamente hasta el punto en que puedes llegar a apropiarte de esas energías. Por eso es importante identificar las personas/relaciones tóxicas y alejarte de ellas y, por otro lado, intentar rodearte de personas con una energía vibrando en frecuencias elevadas.
- Actividades: cuando haces alguna tarea por compromiso u obligación no te sientes igual que cuando lo haces por puro placer, ¿verdad? Hay actividades que te hacen vibrar en una frecuencia mayor que otras.
Esto son solo 3 cosas, 3 agentes externos, que pueden afectar a tu frecuencia energética. Lo importante aquí es aprender a conectar con ella y elevar su vibración por ti misma.
Pequeñas acciones para elevar tu vibración
Nos ha quedado un poco más clara la importancia de vibrar a una frecuencia alta, por lo que el próximo paso es aprender cómo hacerlo.
No hay un método infalible, no hay una receta mágica. A cada una nos funcionarán unas cosas distintas y de eso se trata, de encontrar aquello que vibre contigo y te haga elevar tu vibración.
Acciones más comunes:
- Meditar unos minutos al día
- Practicar yoga
- Pasear por el campo, el bosque o la playa, conectar con la naturaleza
- Desconectar de la tecnología
- Cuidar tu alimentación, comer alimentos que le sienten bien a tu cuerpo
- Alegrarte por los triunfos de los demás
- Escribir un diario personal
- Cuidar de tus plantas
- Pintar o dibujar
- Practicar la gratitud, escribir cada día 5 cosas por las que estás agradecida
Otras ideas efectivas:
- Cultivar un huerto
- Rodearte de tus amigos de verdad, de personas con frecuencias vibratorias altas
- Escribir poesía
- Ordenar tu armario
- Abrazar a algún ser querido
- Usar un lenguaje positivo
Cómo hemos comentado en este artículo, todo es energía y tú puedes identificar qué te hace elevar o disminuir tu frecuencia vibratoria.
Investiga y descubre qué es lo que a ti te funciona, lo que te hace vibrar a una frecuencia alta y te aporta más energía. Está en tu mano, úsalo a tu favor y sé feliz.
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