Todas las personas, hasta las más exitosas, en un momento u otro tienen dudas de sí mismas. Puede parecer que hay gente que es siempre segura de sí misma al 100% y que nunca tiene dudas ni se arrepiente de nada, pero nada más lejos.
No hay que olvidar que ese no es motivo para no confiar en una misma y sobretodo que no debemos compararnos con nadie. Cada persona es única, tiene su vida con sus condiciones y sus propios problemas y la gran mayoría de las veces solo vemos la parte bonita, pero eso no significa que sea todo lo que hay. En quién tienes que centrarte es precisamente en ti y en cuidarte.
La confianza en una misma es algo que sale de dentro, y viene de aprender a aceptarse y quererse. No se trata de sentirse superior a los demás ni tampoco de tener una percepción irreal de ti, no nos confundamos.
Aprender a tener confianza en ti misma es un camino, un viaje que lleva tiempo y no tiene por qué ser fácil, pero es algo muy necesario y que, entre otras cosas, te prepara para tomar riesgos necesarios para poder lograr tus objetivos.
Te traigo algunos ejercicios que te ayudarán a aumentar la confianza en ti misma.
Redirige tu foco
Cambia aquello a lo que diriges tu atención, aquello en lo que más te enfocas.
Si quieres ganar confianza en ti misma, tienes que aprender a centrarte en lo positivo, en tus fortalezas y en las cosas que te gustan de ti misma, en lugar de fijarte en las negativas.
Puede que hayas notado que la gente que es más insegura normalmente se centra más en las cosas que no les gustan de sí mismas, y en las cualidades negativas, y no tienen «sitio» para lo positivo. Evita ser como esa gente, céntrate en todo lo positivo que hay en ti, y no pierdas tiempo fijándote en lo negativo.
Lo que tienes que hacer es una lista de todas las cosas que te gustan de ti misma. Puedes preguntar a tus amigos más cercanos o familiares cuáles piensan ellos que son tus mejores cualidades, porque saberlo te aumentará la confianza aún más.
Apunta todas tus cualidades favoritas en una lista y colócala en un sitio que puedas ver y leer al menos una vez a la semana. Pon tu foco en tus virtudes, en tus fortalezas, y en las cosas que te gustan de ti misma y sentirás que la confianza va creciendo.
Cuida tu postura corporal
Puedes pensar que no tiene nada que ver, pero realmente está relacionado.
Piensa en cómo se ve el cuerpo de una persona con confianza: hombros hacia atrás, erguida, sacando pecho, mentón arriba y mirada firme y segura, porque no tiene miedo, tiene autoconfianza.
Si cambias estos pequeños gestos en tu postura entonces tu cuerpo va a enviar una señal a tu cerebro que te hará sentir más segura, con más confianza.
Quiero dejar claro que no soy ninguna experta, pero hay ciencia detrás de todo esto (hay estudios y muchos artículos), y hay una TED talk sobre cómo la postura corporal moldea nuestra identidad, por si te puede interesar. Pero al final, en resumen es eso: tu postura corporal puede cambiar tu mentalidad en ciertos aspectos.
Así que, por ejemplo, cuando estés en una reunión, o una cena y te des cuenta de que está con las espalda encorvada o el mentón hacia abajo, recuerda los gestos: echa los hombros para atrás, saca pecho y sube el mentón.
Deja de preocuparte por lo que piensan los demás
Este es un ejercicio que todas deberíamos interiorizar si no lo hemos hecho ya. Gastar tu tiempo y tus energías en la opinión que otras personas pueden tener de ti o en cómo les va a los demás es inútil y te puede llegar a desgastar.
Es muy importante que sepas y tengas presente que es totalmente imposible que le gustes a todo el mundo. Siempre habrá alguien a quien no le caigas bien o que no le guste tu manera de ser, por mucho que cambies o te esfuerces. Es un hecho, y no tiene nada de malo. Pero saberlo te ayuda a dejar de intentar gustar a todo el mundo. No lo necesitas, ni tú ni nadie.
Y por otra parte, también habrá siempre alguien a quien parece que le van las cosas mejor que a ti, pero recuerda que cada persona tiene sus más y sus menos. Evita compararte con las posesiones o los logros que tengan otras personas. Céntrate en ti y en lo que puedes conseguir.
Cambia tu diálogo interno
Puede que no seas consciente pero, a lo largo del día estás constantemente hablándote y diciéndote cosas. Las cosas que te dices, ese diálogo que tienes interno aún sin darte cuenta, realmente refleja tu autoconfianza.
Por ejemplo, cuando estás buscando por internet o entras en Instagram, es muy probable que en algún momento que te encuentres pensando y diciéndote a ti misma: «me encantaría ser como ella«, «me encantaría tener su vida«, “¿por qué salgo tan fea en esta foto?» o «¿por qué no puedo ser más guapa?«.
En esencia, lo que haces cuando te dices a ti misma estas cosas es decirte que no mereces la pena o que no eres suficientemente buena. Y obviamente, cuando tienes estas charlas contigo misma, tu confianza no es muy alta.
Así que tienes que estar pendiente de tu diálogo interno y asegurarte de que tienes una charla positiva contigo. Háblate a ti misma con amor y respeto, porque es lo que mereces.
Una manera de hacerlo es escribir afirmaciones positivas de ti misma y leerlas cada mañana y cada noche. Puedes escribir lo que quieras, cualquier cosa que te haga sentir segura de ti misma, poderosa y fuerte. Dítelo cada mañana y cada noche, y empezarás a creerlo y a tener más confianza.
Practica estos ejercicios siempre que puedas y notarás los resultados. No lo hagas por nadie, hazlo por ti, te lo mereces. Sé segura de ti misma, sal ahí fuera, quiérete y cómete el mundo.
¿Tienes un mal día? A todo el mundo le pasa. Te recomiendo que leas estos 9 tips para estar motivada cuando tienes un mal día.
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