Cómo sacar partido al cambio de armario

Cambios de temperatura, días más largos… el cuerpo pide verano, y también cambio de armario. ¿Y si te digo que puedes aprovechar para realizar una limpieza y organización fácil y con resultados maravillosos? 

Así es, totalmente cierto. Y este ejercicio no te ayudará solo a tener la ropa ordenada y en un lugar limpio, sino que cuando un espacio está organizado la mente también está más organizada.

Que cada cosa tenga su lugar ayuda mucho a conseguir calma mental. Además de que puedes disfrutar del proceso si te pones tu música favorita de fondo y lo haces de manera consciente. Yo personalmente disfruto mucho de la organización (decidme que no estoy sola en esto!).

Aprovechar el cambio de armario para realizar una limpieza profunda y una buena organización desde la base es un ejercicio que tiene unos resultados maravillosos y que perduran en el tiempo (si ponemos de nuestra parte, claro). 

Sigue leyendo para descubrir algunos de sus beneficios y unas técnicas y consejos sencillos y prácticos que te ayudarán.

Beneficios de una buena organización

Aparte de tener a mano la ropa de temporada y esconder la que no vayas a usar hasta que vuelva el frío/calor, realizar un cambio de armario y aprovechar para limpiar y organizar en profundidad tiene muchos beneficios, entre otros:

• Aumento de la productividad: un armario o vestidor limpio y bien organizado te salva de perder tiempo todas las mañanas para saber qué ponerte. Al final, tardas mucho menos en decidir qué te pones, porque lo ves todo mejor y más rápidamente, y puedes dedicar ese tiempo a otras cosas (tomarte el desayuno con más calma es una opción). También pierdes menos tiempo en colocar la ropa limpia, ya que cada cosa está en su sitio y tiene su espacio.
• Más paz mental: el simple hecho de no ver desorden o suciedad por todo (ropa sucia, prendas sin doblar, polvo…) y tener las cosas ordenadas por color, tipo de prenda o categoría aporta una tranquilidad y paz mental increíble
• Adiós al ponerte siempre lo mismo: será mucho más fácil variar, crear nuevas combinaciones y no olvidar siempre la misma prenda que acabas encontrando en el siguiente cambio de armario (¿dónde has estado todo este tiempo?)

Consejos y técnicas para sacar el máximo partido

A continuación quiero compartir contigo algunos consejos y técnicas que te ayudarán a sacar el máximo partido de tu cambio de armario, limpieza y organización:

• No ordenar sobre el desorden: este primer punto es súper importante. Antes de empezar a cambiar o decidir nada, debes sacarlo todo. Te será más fácil hacerte una idea general de la cantidad y diversidad de prendas que tienes, limpiar el armario o vestidor y colocar las cosas según el espacio que ocupa…
• Espacio limpio y despejado: aprovecha que has sacado todo y ha quedado la estructura vacía para limpiar. Quítale el polvo y limpia los cajones, los estantes, armario, cómoda… todo aquello que uses para colocar/guardar tu ropa y accesorios. Otras cosas a tener en cuenta:
  • Tener pocos objetos colgando en las paredes para evitar saturación visual
  • Paredes limpias y lisas para una mayor sensación de amplitud y serenidad. Puedes lavarlas con un paño húmedo (o con borrador mágico de Mercadona, no falla)

• Donar / tirar / vender: Aprovecha este día para identificar aquello que no te pones hace más de 1 año (o 2 si tenemos el cuenta el 2020…). Todas estas prendas divídelas en 3 montones: donar, tirar y vender (puedes hacerlo a través de Wallapop, Vinted, micolet…). Es una manera perfecta para:
  • Darle una segunda vida a tus prendas
  • Ayudar a gente que lo necesite
  • Recuperar parte de la inversión
  • Reducir la contaminación
  • Hacer más espacio para la ropa que realmente te pones o ropa nueva
• Fondo de armario: Un fondo de armario basado en básicos es algo que todas deberíamos tener. Esto nos permite hacer muchas combinaciones, son prendas que no pasan de moda y te sirven como vía de escape por si aún tienes un día de “no tengo nada que ponerme». 
• Menos es más: Un espacio más grande no siempre significa mejor, de hecho es más fácil acumular muchas cosas que no usas o no necesitas. Algunas prendas quedan perdidas con la etiqueta aún puesta, no te la pones nunca, y luego no tienes espacio para lo que realmente sí que usas. Opta por menos muebles/estantes pero mejor organizados, de verdad que se nota la diferencia.
• Tipos de organización: una vez hecha esta selección de las cosas que realmente te vas a quedar, lo suyo es optar por uno o varios tipos de organización que te ayuden tanto a saber dónde está cada cosa como a tener una visión limpia y ordenada:
  • Tipo de prenda: pantalones de traje, jeans, camisetas, camisas, faldas…
  • Colores: cálidos y fríos, blancos y negros…
  • Estilo o categoría: ropa de oficina, de playa, para una fiesta…
  • Largo: ordenar las prendas de largo a corto (o al revés) ayuda a que no se arruguen y visualmente es mucho más limpio y bonito
• Usar organizadores adecuados: Puedes usar zapateros que optimicen el espacio y te dejen ver los zapatos a la vez, reutilizar cajas que ya tengas y ponerles una etiqueta para guardar lo de temporada que no vayas a usar (así no te vuelves loca si tienes que rescatar algo en un momento puntual), elegir las perchas adecuadas para que la ropa no se te deforme o colocar organizadores en los cajones para sacarle el mayor provecho sin tender al desorden.
• Mantener el orden al día: Por último, es muy importante el trabajo del “día a día”. Cuando ya tienes todo limpio y organizado, llega la parte del mantenimiento. A partir de aquí, cuando vayas a guardar ropa de nuevo, colócala en su sitio y de la manera que lo hiciste la primera vez. Intenta hacerlo cada día o cada dos días, verás que no cuesta nada, es súper rápido y te evitas llevarte las manos a la cabeza cuando, a las 2 semanas vuelve a estar todo hecho un caos.

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En el próximo cambio de armario intenta aplicar algunos de los consejos que he compartido hoy contigo (o todos) y notarás el cambio enseguida. ¡Yo ya lo estoy deseando! Las ganas de verano también afectan…

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