Muchas veces queremos hacer cambios en nuestra vida, en nuestro día a día, pero no sabemos cuáles o cómo, y lo dejamos para el próximo mes o ya el año que viene (los típicos propósitos de año nuevo, ¿no?).
Incorporar ciertos hábitos saludables a tu vida puede ser muy beneficioso para tu salud y es una buena manera de hacer cambios sin necesidad de alterar por completo tu ritmo de vida.
A continuación te explico 6 de mis hábitos favoritos que puedes empezar a adquirir desde hoy mismo, sin excusas.
Preparar tu menú semanal
Hace ya más de dos años que mi pareja y yo preparamos un menú semanal (normalmente lo decidimos el sábado) y no podría estar más contenta con los resultados. Dedicar un día a la semana a cocinar y dejar preparados o por lo menos planificar el menú de cada día tiene muchas ventajas:
- Tienes el control de lo que comes: es el mejor modo de saber qué comes, tanto de ingredientes, como de cantidad o el equilibrio nutricional. Cuando vas a comer a algún restaurante, bar o local de fast food no sabes exactamente “qué te estás metiendo en el cuerpo”. Y, al mismo tiempo, a veces cuando improvisamos no pensamos en la cantidad y equilibrio de carbohidratos, vegetales y proteínas que necesitamos durante el día. Hacer una previsión te ayuda a tener el control y poder comer mucho más sano.
- Reduces el desperdicio de alimentos: definir un menú semanal te permite aprovechar lo que tienes en casa y hacer una lista de la compra mucho más ajustada a tus necesidades y así evitas tener que tirar comida porque se te ha puesto mala. Si vas a comprar justo los ingredientes que sabes que vas a necesitar (y no tienes en casa, importante) y sabes qué día vas a cocinarlos, no tiene porque llegar el día en que te encuentras comida pasada o caducada en la nevera o la despensa.
- Ahorras dinero: es una buena manera de gastar menos dinero porque, por una parte, compras justo lo necesario y, por otra parte, cómo ya tienes el menú decidido no tiendes a pedir comida a domicilio y reduces tus salidas a restaurantes y bares.
- Ahorras tiempo: si dedicas un día a la semana a cocinar y dejar preparados los platos de la semana (batch cooking) ahorras mucho tiempo cada día, que puedes dedicar a otras cosas como comer con más calma, o puedes ajustar más tus horarios sabiendo que sólo tienes que calentar la comida y sentarte en la mesa. Además te permite reducir las visitas al supermercado ya que, quitando lo que tenga que ser “del día”, puedes comprar todo lo de la semana en un mismo día.
Levantarse temprano
Aprovechas más el día, tienes más energía y mejoras tu productividad cuando te levantas más pronto por las mañanas. Es una práctica que cuesta coger al principio (sobretodo si eres una dormilona como yo) pero una vez te has acostumbrado desearías haberlo hecho antes. De verdad que es un hábito que me ha cambiado la vida.
¿No te pasa que, cuando te despiertas justa para ir a trabajar, o a media mañana (si tienes el día libre), sientes que ya has perdido la mañana? Te levantas más cansada a veces, y cuando ves la hora que es sientes que vas a ser muy poco productiva ese día. Pues todo esto se arregla acostumbrándote a levantarte temprano.
Para conseguirlo te sugiero unos cuantos consejos que te pueden ir muy bien:
- Deja el móvil lejos de la cama, así por la mañana cuando suena la alarma te ves obligada a levantarte para apagar la alarma y ya estás en pie, no tienes excusa para hacer el “5 minutitos más”.
- Elimina la opción del “snooze” del despertador. Cuando tienes claro que no tienes la opción de avanzar la alarma 5 minutos más, sabes que no te queda otra que levantarte con tu alarma o, si no, te quedarás dormida hasta el mediodía.
- Prepara tu mañana el día anterior: deja preparada la ropa que te vas a poner, deja la taza al lado de la cafetera, si vas a hacer ejercicio deja la ropa de deporte cerca de la cama… Lo que sea que te motive por la mañana a empezar con ganas, ya que tienes todo mucho más a mano y preparado.
- Vete a dormir a una hora decente: teniendo en cuenta que necesitas dormir una media de 7-8 horas, calcula a qué hora te quieres levantar y vete a dormir esas 7-8 horas antes. De esta manera te aseguras de que habrás descansado lo necesario.
- Deja que entre luz por la ventana: a mi me cuesta mucho levantarme cuando no entra sol por la ventana (sea la hora que sea). Mi cabeza piensa que aun es de noche y no tengo fuerzas para levantarme. Si te cuesta dormir con la luz de la noche (la luna, farolas, coches…) asegúrate de abrir la persiana por la mañana nada más sonar la alarma.
- Hazlo de forma progresiva: si te cuesta mucho levantarte temprano, adelanta la alarma cada día entre 3 y 5 minutos. Así en el día a día no notarás casi la diferencia, pero al cabo de unas semanas ya habrás alcanzado la hora que te hayas puesto como objetivo casi sin esfuerzo.
Salir a caminar o correr
Otro hábito muy beneficioso para ti es salir a caminar o correr. Es una forma fácil y práctica de quemar calorías, dedicarte tiempo a ti misma, y mantenerte activa. Y no olvidemos lo bueno que es para nosotras un poco de aire fresco cada día.
No hace falta que dediques 1 hora diaria (sabemos que 24 horas no siempre dan para tanto), pero puedes intentar salir 20 o 30 minutos cada día, o un poco más de tiempo cada dos días si es más fácil para ti.
Puedes hacerlo en compañía o sola, en silencio por la naturaleza o escuchando música, un audiolibro o un podcast. Tú eliges cómo te funciona mejor.
Recuerda que tu salud es lo más importante y tienes que cuidarte y dedicarte el tiempo que necesitas. Por eso, salir a pasear o correr un poquito cada día es una forma ideal y fácil de hacerlo.
Tener un día de «Ordena tu vida»
Dedicar un día a la semana a ordenar y organizar tu vida te puede ser muy útil y una manera de mantenerte al día. Elegir por ejemplo el domingo para una rutina de self care, planificar la próxima semana, ordenar o limpiar la casa o dejar la comida preparada.
Es una buena manera de terminar la semana y empezar fresca la siguiente, con la tranquilidad de que tienes todo (o casi todo) en orden.
Crear un presupuesto mensual
Planificar un presupuesto para ti es una inversión de tiempo que merece la pena hacer una vez al mes. En este artículo te explico detalladamente cómo crear un presupuesto y ahorrar dinero.
En resumen, se trata de que apuntes tus ingresos y gastos mensuales y hagas una previsión. Teniendo en cuenta los gastos fijos, dedica un porcentaje al ahorro y distribuye lo que resta en tus necesidades no esenciales como salir a comer a restaurantes o comprarte un capricho de ropa.
Si creas, llevas un seguimiento y ajustas tu presupuesto personal cada mes, verás como las finanzas se convierten en un dolor de cabeza menos para ti, controlas en qué se va el dinero y consigues ahorrar de una vez.
Leer 2 capítulos cada 2 días
Por último, un hábito muy enriquecedor y que cuesta poco adquirir es el de leer 2 capítulos cada 2 días. Cuántas veces nos habremos propuesto leer más o leer X libros cada mes y hemos fracasado el primer día… Pues esta es una manera sencilla de conseguirlo. Alomejor no puedes leer CADA DÍA, pero sí que puedes encontrar un hueco antes de dormir, justo después de comer, o antes de hacer la cena cada dos días.
¿No te gusta leer o no encuentras tiempo en todo el día? Recuerda que tienes una gran alternativa: el audiolibro.
Los beneficios de la lectura son muchos, pero por mencionar algunos te diré que leer expande tu conocimiento y tu vocabulario, y es una forma maravillosa de desconectar tu cerebro y hacer que pare de trabajar durante un rato. Son buenas razones para ponerte con la lectura, ¿no?.
Prueba a incorporar alguno o varios de estos 6 hábitos a tu vida y poco a poco y con constancia notarás los resultados, te lo garantizo.
Comparte este artículo con aquella persona que crees que lo necesita y le podrían gustar estos tips. Y tú, ¿has probado alguno de estos consejos o sabes alguno más que quieras compartir? ¡Escríbelo en los comentarios y te leeré encantada!
Deja una respuesta