Esperar hasta el último minuto, dejarlo para el próximo día (o semana), dejarlo pendiente… ¿Resultado? Agobio, frustración, sensación de fracaso, decepción. Aplazar o procrastinar tareas pendientes es algo que todas hemos hecho en algún momento, y sabemos lo que ello conlleva.
No conseguir aquello que quieres o que te has propuesto te deja con mal cuerpo, no es una sensación agradable. Pero amiga, dejar de procrastinar es posible, y te voy a explicar cómo.
Sigue leyendo y descubre unos trucos muy sencillos para dejar de procrastinar y conseguir lo que te propongas.
Fija fechas límite
Es muy fácil distraerse o dejar las cosas para el último momento cuando no hay ninguna “fecha de entrega” definida.
Siempre está el típico “Cuando tenga tiempo”. Sabemos que ese tiempo no llega nunca, y la frase acaba transformándose en un “En tu vida, bonita”.
Un objetivo fijo, bien definido, es más fácil de alcanzar. Hay que concretar y bloquear un tiempo para trabajar en ese proyecto tuyo, como si de una reunión o una entrega de universidad se tratara.
Si te ayuda, márcalo en el calendario con una cruz roja si hace falta. Los estímulos visuales pueden ser muy poderosos.
Divide y vencerás
Empezar una tarea muy grande, sin dividirla en otras más pequeñas, puede provocar que acabes procrastinando una y otra vez. Tal vez por la sensación de no ver el final, de sentir que es demasiado trabajo y que te supera, o que no sabes por dónde empezar, y decides aplazarlo, dejarlo para otro día.
En lugar de empezar a lo grande y de golpe, párate un momento y divide esas tareas grandes en pequeñas acciones, más fácilmente alcanzables y manejables. De esta manera, podrás centrarte en una pequeña acción cada vez. Verás cómo de esta manera la sensación de agobio se desvanece y tu cuerpo no te pedirá procrastinar cómo antes.
Date un respiro
¿Estás abrumada? ¿Se han “torcido” tus planes y te agobias porque no sabes qué paso dar ahora? No te preocupes, de verdad. Date un respiro.
Lo mejor que puedes hacer en estas situaciones es desconectar. Para, aléjate del problema o de la situación, desconecta. Puedes dar un paseo, dedicarte a algo que te ponga de buen humor o que no te haga pensar mucho para poder relajarte y desconectar de verdad.
Una vez hayas descansado, tendrás la mente fresca para enfrentarte con energía y otro punto de vista que te ayudará a evitar procrastinar de nuevo.
Recuerda: hecho mejor que perfecto
Lo he dicho, lo sabemos y lo repito: la perfección no existe. Una vez tengas esto claro, aplícatelo. Muchas ideas y proyectos han muerto antes de ver la luz por estar buscando constantemente la perfección. No dejes que eso te pase a ti.
Buscar la perfección puede provocar la procrastinación eterna, ya que no se consigue ese acabado perfecto y no se termina nunca. No dejes que esta mentalidad te frene o te impida conseguir o incluso empezar el proyecto que deseas.
No esperes al momento perfecto, empieza. Hazlo lo mejor que puedas y ya lo mejorarás. Pero recuerda: hecho es mejor que perfecto (y nunca terminado).
Ambiciosa pero realista
Es muy importante ser realista a la hora de proponerte metas u objetivos.
Si no tenemos en cuenta las limitaciones reales, las horas que tiene el día, o otras tareas que incluye tu día a día (véase dormir, comer, trabajar…) te acabarás abrumando y procrastinarás al ver que no llegas a lo que te habías propuesto en un principio.
Simplemente se trata de eso: tener presente los factores que pueden afectarte y organizarte teniéndolos en cuenta.
¿Quieres renovar el trastero de tu casa y convertirlo en un estudio? No te propongas hacerlo en 1 día porque, muy probablemente, no lo conseguirás y eso provocará sensación de fracaso o agobio.
¿Quieres lanzar tu negocio online? Ten en cuenta todos los pasos o el tiempo que puede implicar eso, los esfuerzos y sacrificios que estás dispuesta a hacer y organízate teniéndolo en cuenta.
Entra en acción
El último punto y el que más presente debes tener: ¡entra en acción!
Recuerda el motivo por el que quieres realizar ese proyecto, piensa en los beneficio que obtendrás una vez consigas esa meta y ponte a trabajar en ello ya. Sin excusas, sin “ya lo haré otro día”.
Eres perfectamente capaz de dejar de procrastinar, simplemente elije la forma que más te guste o más se adapte a ti y dile adiós al “cuando tenga tiempo”. Cuando lo consigas te alegrarás mucho de haber dado el paso. ¿Por qué no empezar hoy?
Comparte este artículo con aquella persona que crees que lo necesita y le podrían gustar estos tips. Y tú, ¿has probado alguno de estos consejos o sabes alguno más que quieras compartir? ¡Escríbelo en los comentarios y te leeré encantada!
Ramon Llompart Pol dice
Me ha gustado mucho tu artículo! Sigue así, me encanta leerte cada semana.
Laura dice
¡Muchas gracias! Me alegra mucho saber que te gusta Master Dream Life y que me lees cada semana.